02 noviembre 2013

Ante el Abismo de Vicios



advenimiento

para una Buena Era


“La situación actual no puede seguir así por mucho tiempo, y no nos llevará a ninguna parte. Y si las cosas no cambian, la alternativa es la destrucción. Estamos en el final del Kali Yuga [para la religión hindú, un ‘abismo de vicios’]. Yo diría que en vez de desequilibrio hay una situación de injusticia que hay que resolver, porque sin justicia nunca podrá haber paz. La paz no es sólo un ideal, es una necesidad, porque la alternativa sería una catástrofe humana y planetaria. Nuestro sistema competitivo, en el que sólo las cosas que pueden tener valor económico están consideradas como valiosas, no puede ir muy lejos.”
RAIMÓN PANIKKAR


A esta altura hay en la tierra suficiente sabiduría espiritual, conocimientos materiales y recursos naturales disponibles como para asegurar a todos los seres humanos una vida decente y gratificante. Pero al mismo tiempo se malgasta cada año un billón y cuarto de dólares (1.250.000.000.000) en artefactos de destrucción bélica. Asimismo, 1.500 millones de personas viven bajo la línea de pobreza y por lo menos 2/3 de esa gente (según el Banco Mundial) padece hambre endémica. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) lo explica diciendo que el 20% de la población mundial utiliza el 80% de los recursos disponibles, en tanto el 20% que queda disponible de tales bienes se distribuye malamente entre el otro 80% de los habitantes del globo. Podríamos ser una civilización de la abundancia y la concordia, somos en cambio un desfile de dramáticas aflicciones.

El célebre físico-químico Ilya Prigogine (1917-2003) dijo que la historia es una sucesión de bifurcaciones. Un ejemplo fascinante de cómo sucede tal cosa es la transición de la era paleolítica a la neolítica (hace unos once mil años), que se produjo prácticamente en el mismo período en todo el mundo (un hecho aún más sorprendente dada la larga duración de la era paleolítica precedente). Tal transición parece haber sido una bifurcación  ligada a una explotación más sistemática de los recursos minerales y vegetales. Surgieron la agricultura y la ganadería. El hombre dejó de ser un cazador-recolector y comenzó una existencia sedentaria en ciudades. De esa bifurcación estructural surgieron muchas ramas: el período neolítico chino, con su visión cósmica, el neolítico egipcio con su confianza en los dioses, o el anhelante período neolítico del mundo precolombino.

El universo es un vaivén constante de nacimientos y agonías. En el cosmos, sin cesar nacen y mueren galaxias de cuya existencia jamás tendremos noticia. Asimismo, en nuestro cuerpo, todo el tiempo millones de nuevas células reemplazan a las que ya cumplieron su ciclo de advenimiento, maduración y declive. Algo análogo sucede en el mundo vegetal, animal y mineral, en consonancia con el aire, las aguas, la luz y los misterios de la Creación.

La humanidad completó a nivel calendario la primera década del siglo XXI, pero todavía seguimos anclados en el siglo XX, no hemos logrado abrir rumbos hacia una era de abundancia y justicia distributiva, pese a que la ciencia y la tecnología han contribuido a ampliar netamente nuestra expectativa de vida, aunque al mismo tiempo han promovido herramientas destructivas de índole espantosa. Existen los medios materiales para asegurarle un “buen vivir” a todos los seres humanos, pero en todas partes se comprueban situaciones de carencia y desolación. El genocidio, el ecocidio y el geocidio ya son fenómenos cotidianos.

Durante los últimos diez años ha predominado un ritual  donde los espectros ideológicos del cada día más remoto siglo XX, siguen erigiendo falsas bifurcaciones basadas en la manipulación masiva a través de las tecnologías de la información y de la prepotencia política.

Al despuntar los años Ochenta surgieron dos corrientes de pensamiento que parecieron poner en foco los temas prioritarios del momento histórico: el ecologismo y la Nueva Era. El primero, despuntó como una promesa de concordancia con la Madre Tierra (Gaia), el segundo se expandió rescatando en Occidente sabidurías milenarias emanadas de China, India, Japón y el Tíbet. En parte, ambas iniciativas se desnaturalizaron y perdieron impulso: uno, por aplicarse mayormente a los rituales de la proclama ambiental abstracta sin proponer rumbos convincentes para una bifurcación estructural (o una auténtica Sociedad Verde); la otra, dejándose invadir por la magia y los malabares esotéricos, sin convertirse en una contagiosa realidad social cotidiana. Solamente las artes sanadoras (como el Qi Gong, el Reiki, el Do-in, el Shiatzu, la holo-meditación y afines) lograron abrirse camino como recursos complementarios para la salud. Prigogine (premio Nobel de Química) dio una clave: “El mundo está en construcción y todos podemos participar de ella.”

Hay miles de personas, aquí, allá y en todas partes,  implicadas en esa construcción ejemplar. No promueven movimientos espectaculares, lo hacen sutilmente, en múltiples terrenos de la vida cotidiana. Creen, como ha dicho Eckhart Tolle, “que todas las cosas naturales, además de estar unificadas consigo mismas, están unificadas con la totalidad No se han separado del entramado de la totalidad reclamando una existencia separada: el ‘yo’, gran creador de conflictos. La naturaleza puede llevarte a la quietud. Ése es su regalo para ti. A través de ti, la naturaleza toma conciencia de si misma. Cuando percibes la naturaleza y te unes a ella en el campo de la quietud, éste se llena de tu conciencia. Ése es tu regalo a la naturaleza. Es como si la naturaleza te hubiera estado esperando durante millones de años.”

Hubo hombres contemporáneos de la Primera Guerra Mundial (1914-18), entre ellos, el poeta místico irlandés William Butler Yeats (1865-1939), que en su poema La Segunda Venida (Second Coming, 1920)  denunciaba, angustiado, el panorama entonces reinante: la anarquía que asolaba la tierra, la marejada de sangre que se alzaba en el horizonte, el ritual con que los verdugos laceraban la inocencia, en resumen, una clase distinta de individuos (los fascistas y los comunistas) que iban a quedarse con el mundo.

Dando vueltas y vueltas en la espiral creciente
ya no puede el halcón oír al halconero;
todo se desmorona; el centro cede;
la mera anarquía se abate sobre el mundo,
se suelta la marea de la sangre, y por doquier
es ahogado el ritual de la inocencia.;
Los mejores carecen de convicción, y los peores
están rebosantes de febril intensidad.


Ante semejante perspectiva, pesadas tinieblas llovían sobre su cabeza y sus pesadillas de guerras y desastres sólo eran vaticinios de cosas peores que revelaría, por medio de la poesía (ese lenguaje cifrado), al resto de la humanidad. Recordemos: fue testigo de la barbarie sectaria en su país, del salvajismo por razones de Estado, de etnia, de religión. Y vivía trastornado por las gyres, trágicas espirales irrefrenables que agitan la historia. Yeats falleció justo al comenzar la Segunda Guerra Mundial que desembocó en el espanto del Holocausto y de Hiroshima.

Su visión del colapso de Europa era inequívoca. No obstante, una estrella brillaba a veces en su cielo encapotado y en otro poema, Plegaria para la vejez, escribiría:


Dios me guarde de aquellos humanos pensamientos
que en la mente están solos;
aquel que canta una canción durable
la siente en lo más hondo.

De cuando a un viejo le convierte en sabio,
alabado por todos;
Ah, ¿quién soy yo que nunca pareciera,
por mi canción un loco?

Rezo – pues las palabras vacías ya se fueron
y la plegaria ha vuelto sólo –
para que pueda parecer, aún cuando viejo muera,
un hombre apasionado, loco.


Evoco estas postales poéticas porque los titulares actuales son también recurrentes relatos de caos y destrucción. Y dado que los grandes poetas son las antenas de sus sociedades y de su tiempo, imagino lo que Yeats escribiría tras recorrer las noticias que ofrece la Internet. Y lo primero que se me presenta es una imagen de advenimiento, libre de connotaciones bíblicas o devocionales. Simplemente como la venida o llegada de una época determinada o de un acontecimiento trascendental. Que podría ser un nuevo periodo histórico o el acaecer de algo o alguien muy importante. ¿Por qué? Porque estoy categóricamente convencido de que estamos atravesando un umbral, rumbo a algo irreversible.

¿Un apocalipsis? ¿Una conmoción 2012? Nada de eso. Algo más sutil, más definitivo.

En estas circunstancias hay solamente dos maneras de posicionarse: dejar que nos dominen sensaciones del tipo “fin del mundo” (con toda su caravana de datos horribles) o predisponerse a intuir detalles parciales del acontecimiento magno que se alberga entre los pliegues de la realidad actual (aunque no sean del todo nítidos).

Sabemos que estamos permanentemente sumergidos en una energía vital universal que abarca a todas las cosas y a todos los seres. Todas las células de nuestro cuerpo danzan acompañando el ritmo de sus melodías intangibles.

Todo advenimiento es un estado de transición, entre lo que uno deja de ser y lo que poco a poco va enhebrándose en su alma como un manto invisible. Una travesía permanente  sin punto de partida y sin puerto de destino.

¿Por qué nuestro título remite a una Buena Era? Porque es algo que está en el aire continental, especialmente en cumbres sudamericanas. Las culturas kechuas del Ecuador y Bolivia hablan del sumak kawsay (o Buen Vivir). Se trata de una concepción andina ancestral de la vida que se ha mantenido vigente en muchas comunidades indígenas hasta la actualidad. Sumak significa lo ideal, lo hermoso, lo bueno, la realización; y kawsay, es la vida, en referencia a una vida digna, en armonía y equilibrio con el universo y el ser humano. Por consiguiente, sumak kawsay significa la plenitud del vivir.

El sociólogo uruguayo Eduardo Gudynas ha dicho que la idea del Buen Vivir ha ganado amplia difusión durante los últimos años. Representa tanto la disconformidad con la marcha del desarrollo convencional, como la búsqueda de cambios sustanciales bajo nuevos compromisos con la calidad de vida y la protección de la Naturaleza. El Buen Vivir ha surgido ostensiblemente como una crítica a las ideas del desarrollo convencional que defienden un crecimiento económico perpetuo, obsesionado con la acumulación material, y que celebra la mercantilización de la Naturaleza.

Y añadió: El bienestar de las personas aparece como una preocupación central, y no se espera que resulte apenas del derrame económico del crecimiento de las economías. También es una construcción multicultural. Los aportes de las cosmovisiones de algunos pueblos indígenas han sido muy importantes, tanto al romper con muchos de los problemas anclados en la Modernidad europea, como en permitir que se expresaran saberes subordinados y marginados por mucho tiempo. Por ejemplo, desde allí han renovado las discusiones sobre el bienestar y la calidad de vida, o sobre las comunidades y sus territorios.”

El anhelo de un mundo equitativo donde la sabiduría teórica pueda encarnarse en la vida cotidiana, es un sueño antiguo de la humanidad, desde los albores del Neolítico. El eco-teólogo Thomas Berry (1914-2009) manifestó que la Obra Grandiosa “para nuestra generación es transformar nuestras hasta ahora relaciones destrozadoras y destructivas con la Tierra… en relaciones gentiles y apacibles. Tenemos dos opciones: creer que los humanos están separados de la Naturaleza o que están inter-conectados en ella. El mundo es una comunión de temas, no una colección de objetos. Si destruimos el mundo exterior, destruimos nuestro mundo interno. Y el no entender eso y heredar un mundo degradado, un planeta degradado, produce humanos degradados. Y humanos degradados continuarán degradando mucho más el planeta… Estamos despertando de una fase destructiva. Se trata de momentos cosmológicos de gracia, que ya se dieron en el universo cuando el futuro fue determinado de manera muy profunda, cuando estaba al borde de la catástrofe”.

A propósito, en una carta escrita a Dorothy Wellesley (julio 6, 1935), el poeta Yeats se refería a la contemplación de una imagen esculpida: “Alguien me ha enviado como obsequio una pieza grandiosa de lapislázuli tallada por algún escultor chino, que ofrece el paisaje de una montaña, con un templo, árboles, senderos y un asceta con su discípulo a punto de escalar la montaña. Asceta, discípulo, roca dura, el tema eterno del Oriente sensual. El grito heroico en medio de la desesperación. Pero no, estoy equivocado, el Oriente tiene siempre sus soluciones y por lo tanto nada sabe de la tragedia. Somos nosotros, no Oriente, los que debemos elevar el grito heroico.” Dos años antes, había escrito un monumental poema al respecto, ligándolo al declive de una civilización. Oportunos versos para cerrar estas líneas sobre la descomposición del siglo XX:


Dos chinos, seguidos por un tercero,
en lapislázuli están tallados.
Sobre ellos vuela un ave zancuda,
símbolo de longevidad;
el tercero, un sirviente, sin duda,
lleva un instrumento musical.

Cada decoloración de la piedra,
cada grieta o melladura accidental
parece un torrente o un alud,
o una elevada ladera donde aún nieva,
aunque sin duda una rama de ciruelo o cerezo
endulzan la casita a medio camino
hacia donde suben esos chinos,
y me complace imaginarlos allí sentados,
sobre la montaña y ese cielo,
sobre la trágica escena que contemplan.
Uno pide melodías lastimeras;
hábiles dedos comienzan a tocar.
Sus ojos entre muchas arrugas, sus ojos,
esos ojos ancianos brillan de alegría.



MIGUEL GRINBERG

24 octubre 2013

Desafío: hacer que brote la semilla humana

Reflexión de Miguel Grinberg sobre el arte de evolucionar


Teóricamente, la experiencia espiritual es considerada cómo punto de acceso a una instancia superior que diversas doctrinas denominan como iluminación, equivalente un estado "supremo" que idealmente debería disminuir las rutinas primitivas del ego humano en pos de una transparencia mayor donde logren discernirse cabalmente los significados reales de la existencia.

Pero con gran frecuencia se desemboca en una especie de narcisismo omnipotente que fabrica nuevos pantanos y condicionamientos psicológicos. Se habla sobre desplegar la propia naturaleza divina, apagar los deseos mundanos, experimentar la beatitud, asumir la no-mente, vibrar en la órbita de la gracia, despegarse de la ley de la causa y el efecto, trascender hacia lo ilimitado, paladear el néctar eterno, disfrutar un "astral" elevado, y mucho más por el estilo.

ETIMOLOGIAS

El concepto en sí, es equívoco: el término "iluminar" se traduce de la expresión inglesa "enlightenment" que remite a definiciones orientales (mayormente en sánscrito o tibetano). La raíz etimológica buddh se toma como equivalente a iluminación o despertar. La palabra tantra significa literalmente "expansión". De este modo, la imagen que se transita es la de una situación de "oscuridad" o "tinieblas" confrontada con una oportunidad de "luz" espléndida. Considero que en vez de "iluminación" "sería más ajustado decir "esclarecimiento".

Las enciclopedias traducen nirvana como un estado celestial que existe más allá del ciclo de la reencarnación (se sale del ciclo de la reencarnación, cuando se llega a la perfección); liberación del sufrimiento "kármico" (ley de la causa y el efecto); sensación celestial; paz interior. Según muchos maestros orientales, samadhi equivale al estado más elevado de la consciencia expandida y a una participación completa del ser humano en la Vida Cósmica. Constituye la meta máxima de la Yoga  y eventualmente conduce a un estado de iluminación espiritual y sabiduría total. A su vez, mukti (o moksha) sería la libertad espiritual suprema, que no significa una emancipación del mundo manifestado sino una íntima y permanente identificación con la Consciencia Suprema, que sería la genuina naturaleza del propio ser o yo trascendental. Por lo tanto, la liberación suprema solo sería alcanzable consumando la propia identidad con el Universo.

Por su parte, remitiendo al acto de madurar, en 1784 el filósofo Emmanuel Kant respondió así el interrogante ¿Qué es la iluminación?: "Es el emerger del hombre desde su inmadurez auto-impuesta. La inmadurez es la incapacidad de usar el propio entendimiento sin guía de alguna otra persona. La inmadurez es auto-impuesta cuando su causa reside no en una falta de entendimiento, sino en una falta de resolución y coraje para actuar sin guías externos. ¡Sapere Aude! [atrévete a saber] Ten coraje para usar tu propio entendimiento: ése es el lema de la iluminación."

EVOLUCIONAR

Algo está claro: la evolución ha sido siempre un concepto espiritual.  En 1799, a los 24 años, Friedrich Schelling, señaló: "La historia cómo un todo, es un progresivo y gradual auto-despliegue de la revelación de lo Absoluto". Todos los grandes intuitivos han percibido que la realidad como un todo -de cierta manera esencial- se expande hacia alguna parte. La naturaleza y la humanidad tienen un propósito, una dirección. Que consiste en expresar cada vez con mayor nitidez un espíritu universal en el marco del tiempo y el espacio.

Una de las muchas portentosas funciones de la meditación es que se brinda como un portal hacia dimensiones diferentes. Es un recurso que induce a la semilla humana a florecer y a fructificar. Pero Osho nos advierte: "Millones de personas prefieren no crecer. Permanecen como semillas, se quedan en potencialidades, nunca llegan a realizarse. No saben qué es la autorrealización, no saben nada acerca de la existencia. Viven totalmente vacías y mueren totalmente vacías". Por lo tanto, el esclarecimiento, como "brote" audaz de la consciencia humana, sería el arte de abrazar apasionadamente el dinamismo evolutivo.


23 septiembre 2012

Transición Social en España





Del 20 al 22 de Abril del 2012 


se celebró, el Primer Encuentro 


de Inciativas en Transición


en el pueblo de Zarzalejo


(España)

08 agosto 2012

Transición en Mallorca

El escarabajo verde  Pueblos en transición


Picar aquí


¿Puede imaginarse una vida sin petróleo? ¿Qué pasaría si mañana el petróleo se convirtiera en un bien escaso y caro? La sociedad industrial se instaló en la historia de los seres humanos aportando desarrollo y riqueza pero haciéndola dependiente del transporte.

20 mayo 2012

Nuevo Paradigma Civilizatorio


DECRECER CON EQUIDAD. (Editorial Ciccus, Medrano 288, si van de mi parte, lo vende con descuento a mis alumnos y amigos, a $60 - por acuerdo con el Sr. Juan Carlos) M.G.

El economicismo liberal ha logrado hacernos creer que a más bienes y artefactos, mayor desarrollo y mayor bienestar. Sin embargo, el diagnóstico es unánime: hemos desatado procesos de destrucción ambiental irreversibles. La inequidad social llegó a niveles sin precedentes mientras el planeta y todo lo que hay en él han adoptado un comportamiento inestable, típico de los sistemas, cercanos al quebranto.

También es cierto que mientras el derrumbe de la civilización materialista se acelera, otros procesos sutiles, pero de inconmensurable poder han comenzado. Una nueva actitud, la
Conciencia Planetaria, se abre paso cada día, moldeando nuevas formas de organización humana.

El hecho es que nos aproximamos a un punto de inflexión, a una situación doble de colapso y advenimiento. Para superar tan inédito desafío, la humanidad deberá situarse, como sugería Einstein, fuera de los esquemas de pensamiento que crearon el problema. Se trata así de repensar los procesos de desenvolvimiento humano desde una perspectiva radicalmente diferente.


Decrecer con equidad recoge el pensamiento de cinco 
autores con una vasta trayectoria que comparten la convicción de que el conocimiento académico no puede disociarse de una acción
comprometida al servicio de la humanidad y en armonía con la naturaleza. Identificando con claridad los diversos aspectos de la problemática ambiental, social y espiritual contemporánea, se atreven a proponer pautas orientadoras para un profundo cambio civilizatorio.

GRACIA ARGÈNTICA




Es el momento de cambiar la dinámica: ya tuvimos demasiada desgracia, inclementes pesares. Es el tiempo de sumergirnos en la gracia y en los reveladores disfrutes de la existencia. El túnel de Occidente se desintegra. Emergen los reflejos que preanuncian un amanecer intenso, liberador. Gracia magna, explícita, ilimitada, tintineante, genuina, argéntica.  


M.G.

01 febrero 2012

¿Dónde está la vida?








El primer coro de la roca
Thomas Stearns Eliot


Se cierne el águila en la cumbre del cielo,
el cazador y la jauría cumplen su círculo.
¡Oh revolución incesante de configuradas estrellas!
¡Oh perpetuo recurso de estaciones determinadas!
¡Oh mundo del estío y del otoño, de muerte y nacimiento!
El infinito ciclo de las ideas y de los actos,
infinita invención, experimento infinito,
trae conocimiento de la movilidad, pero no de la quietud;
conocimiento del habla, pero no del silencio;
conocimiento de las palabras e ignorancia de la palabra.
Todo nuestro conocimiento nos acerca a nuestra ignorancia,
toda nuestra ignorancia nos acerca a la muerte,
pero la cercanía de la muerte no nos acerca a Dios.
¿Dónde está la vida que hemos perdido en vivir?
¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información?
Los ciclos celestiales en veinte siglos
nos apartan de Dios y nos aproximan al polvo.

Versión de Jorge Luis Borges

10 noviembre 2011

11.11.11



El próximo 11 de noviembre (11.11.11) se producirá un evento sin precedentes en la historia de la Tierra. Por primera vez se activarán de manera definitiva los Códigos de Luz del Alma. Los mismos que fueron desactivados hace miles de años.

Se cumple así un requisito imprescindible para la llegada de la Nueva Tierra: el ser humano, para ascender, tiene que estar completo.

Recuperaremos de este modo lo que nos pertenece por derecho propio: el recuerdo de quiénes somos y para qué hemos venido, así como las capacidades que nos son inherentes.

Pero una cosa es recuperar y otra saber utilizar.

Para las personas que están despiertas, la recuperación de esos recuerdos y capacidades puede representar una bendición. Muchos llevan años anhelándolo. Sin embargo, los que aún continúan anclados en la vieja energía pueden verse inmersos de repente en un profundo caos interior. Recuerdos a los que no encuentran sentido y percepciones que no comprenden y que, además, les asustan. Será necesario que, tras esa fecha, las personas que trabajan al servicio de la Luz aúnen sus esfuerzos para ayudarlos a integrar el proceso.

Cada uno de nosotros debe prepararse previamente para ese momento, tal como nos aconseja el Maestro Kuthumi con estas recomendaciones:

1. Buscar la paz interior. Un momento de silencio al día para escuchar la voz del corazón.

2. Recibir conscientemente la luz del sol, con la intención de absorber su poder sanador y elevador de frecuencias.

3. Mantener el rumbo en la dirección indicada por la voz del corazón. Aquello que somos se manifiesta en estos días más que nunca. Caen las vendas que nos cegaban, se derrumban barreras que nos limitaban. Por fin, muchos de nosotros nos animamos a emprender aquello que vinimos a realizar aquí, en esta dimensión.
4. Practicar el desapego de viejos patrones limitantes. Abandonar los pensamientos, costumbres y reacciones que alimentan aún la antigua energía, procurando transformarlos en luz por medio del amor.

5. Fomentar el Amor en todas nuestras relaciones, las que más amamos y las que nos conectan con el miedo. Estas últimas son las que más nos elevarán si somos capaces de bañarlas de amor y aceptación.

6. Recibir la energía de la Fuente en meditación. Su influencia en nuestros cuerpos sutiles es inmensa. Posee un gran poder transmutador que nos libera y nos conecta.

7. Sentirnos Uno. Practicar en nuestras visualizaciones la Unión con todo lo que es y con todo lo que existe.

Cuando llegue el momento recibiremos en nuestro interior una Gran Luz. Esa Luz trae los códigos de activación que necesitamos para recordar. Son códigos de una vibración muy alta. Cuanto más elevada sea la propia vibración durante ese día más armónica resultará la entrada de la Luz y su anclaje en cada uno de nosotros.

Podemos prepararnos como nos recomienda el Maestro Kuthumi pero, además, ese día debemos dedicarlo especialmente al cuidado de la propia energía, al equilibrio interior, a mantener la vibración bien alta. Actividades como meditar, pasear al sol o estar en contacto con la Naturaleza son las más recomendables. Hay que evitar especialmente todo lo que nos desconecte de nuestra esencia. Deberemos alimentarnos con moderación, procurando no ingerir alimentos de baja vibración, como la carne o los vegetales transgénicos, y realizar algún ejercicio físico que nos ayude a activar el flujo sanguíneo, ya que los Códigos de Luz serán transportados a través de la sangre, desde el corazón al resto de nuestro organismo.

La activación se estará produciendo durante todo el día, pero no percibiremos completamente sus efectos hasta el día siguiente, después de haber dormido un mínimo de seis horas.

A partir de la mañana del 12 de noviembre muchas personas sentirán el profundo deseo de dar un giro completo a sus vidas, otros emprenderán su camino con fuerzas renovadas y otros sentirán una gran confusión interna. Los efectos variarán en función del grado de evolución de cada uno y de las resistencias que esté oponiendo al proceso de cambio que todos estamos experimentando.

El objetivo de esta activación es acabar con las limitaciones que, desde el interior de nosotros mismos, nos están impidiendo evolucionar o despertar. No se trata de una injerencia en el libre albedrío de los seres humanos. Se trata de eliminar una limitación que nos fue impuesta hace miles de años, cuando algunos seres confusos decidieron interferir en nuestro proceso evolutivo.

Detenernos a explicar el cómo y el por qué de aquel suceso sería adentrarnos en la vieja energía de separación y lucha, de la que ya nos estamos alejando. Ya no importa cómo, cuándo, dónde, quién o para qué. Dentro de poco estará resuelto.

El 11 del 11 del 11 se producirá una gran activación, pero no será la última. Grandes acontecimientos nos esperan a la vuelta de la esquina. Recibámoslos con amor, libres de temores e inquietudes, porque llega el reino de la Luz a la Tierra, y eso se merece una gran fiesta.